Las modificaciones en la Ley General para la Defensa de los consumidores y usuarios online, aprobadas el pasado 27 de marzo afectarán a todos aquellos negocios de comercio electrónico.
A grandes rasgos, los principales cambios se producirán en:
- 1. La información previa a la compra, cuyos requisitos se ampliarán y reforzarán, como son las condiciones de las garantías legales, la identidad del comerciante, productos y servicios, procedimiento de compra y pago, precios e impuestos, servicios postventa o posibles restricciones de suministro. Todo ello, deberá estar redactado de forma que el usuario tenga total acceso a las condiciones de la compra a efectuar.
- 2. Los servicios de atención al cliente: será obligatorio entregar una clave identificativa y un justificante por escrito. En el caso de que se preste el servicio por teléfono se deberá garantizar una atención personal directa.
- 3. El botón de pedido debe contener la expresión ‘pedido con obligación de pago’ u otra similar que no produzca confusiones, es decir, es necesaria una confirmación expresa del consumidor de que es consciente de que el pedido implica una obligación de pago.
- 4. El plazo de desistimiento: el plazo para la devolución de las cantidades abonadas pasa de 7 días hábiles a 14 días desde el momento en el que el cliente comunica su deseo de devolver el pedido.
- 5. Devolución de un producto y la cantidad abonada: en caso de no informar de los costes de devolución de un pedido con antelación, por defecto, el usuario no deberá pagar nada por dicha devolución.
- 6. Riesgo de pérdida o deterioro de los bienes: todos los daños producidos en la compra antes de que sea entregada al cliente corren a cargo de la empresa. Por el contrario, si el cliente ejercita el derecho de desistimiento, será responsable de los deterioros causados por la incorrecta utilización de los productos recibidos.
Asimismo, habrá otros cambios con respecto a la publicidad telefónica no deseada, se deberá informar al consumidor del tipo de llamada sin poder realizar dichas llamadas antes de las 9 de la mañana ni más tarde de las 21 horas y tampoco en festivos o fines de semana- o las facturas en papel, que será obligatorias «salvo que así no lo desee el consumidor» y no podrán tener un coste extra.
Por tanto, a partir de hoy será necesario que las empresas con actividad e-commerce actualicen sus protocolos y cláusulas contractuales adaptándolos a la nueva normativa ya que su incumplimiento puede acarrear duras sanciones.