El objetivo final de una acción de marketing en redes sociales es conseguir ventas. Pero para ello primero es necesario atraer clientes, lograr que confíen en la marca y que la elijan sobre la competencia.
En relación a esto, hay ciertos aspectos esenciales a tener en cuenta:
La base de toda estrategia de marketing en redes sociales es un sitio web porque a él remitirá todo lo publicado en las redes.
Este debe estar optimizado, ser navegable para todo usuario, ofrecer contenido útil, brindar ayuda o soporte técnico y estar estrechamente ligado a los perfiles de las diferentes redes sociales.
Se refiere tanto al del sitio como a lo que se publique en las redes.
Debe ser el resultado de una exhaustiva investigación del segmento de mercado que te interesa captar. Si sabes atender sus inquietudes, necesidades e intereses lograrás ganar su confianza y llamar su atención.
Pero no basta con brindar contenido adecuado sino que este debe estar disponible para todos. Por eso un detalle importante es sistematizar los datos, es decir ofrecerlos en diferentes soportes: texto, video, fotos, etc.
Las redes sociales dan una gran ventaja: la oportunidad de conversar con los clientes. Es importante aprovechar ese beneficio y extrapolarlo al sitio web ¿Cómo? Colocando la posibilidad de chatear en vivo con algún representante de la empresa o siendo muy efectivo a la hora de responder los mails.
Además de ser una herramienta de fidelización, de la conversación resulta mucha información de utilidad para la empresa sobre sus clientes y el mercado.
Una red social no debe servirle a la empresa sólo para contactarse con sus clientes y brindarles información que sea de su interés sobre el producto, los puntos de venta, etc. También debe ser el soporte mediante el cual se lance la publicidad.
Se debe aprovechar que Internet posibilita llegar a más personas con una inversión menor que la necesaria para aparecer en los medios tradicionales (televisión, radio y diarios).
Además, las redes permiten segmentar el público al que se quiere alcanzar y monitorear en detalle las estadísticas de cada campaña. En esto último el gran ejemplo es Facebook, que cuenta con una herramienta propia para hacerlo.
De nada sirve conversar con los clientes, conocer sus gustos, optimizar los contenidos en base a ello o construir un perfecto sitio web si luego la empresa no va a medir y analizar qué beneficios o prejuicios acarrea eso.
Pero para que el análisis sea beneficioso, las herramientas de medición utilizadas deben ser variadas e ir más allá del Google Analytics. Con eso se podrá obtener información de valor a partir de la cual perfeccionar la estrategia de marketing en redes sociales si es necesario.